Inicio / Europa

Begijnhof de Brujas: Un Oasis de Paz e Historia Medieval en Bélgica

Descubre el Begijnhof de Brujas, un remanso de paz y rica historia medieval en el corazón de Flandes.

Image

Para muchos viajeros, Bélgica es el punto de partida ideal para explorar Europa. No solo es un país increíblemente acogedor, incluso si el idioma es una barrera, sino que también está lleno de sorpresas y tesoros ocultos. Mientras algunas ciudades belgas pueden presumir de una asombrosa concentración de restaurantes con estrellas Michelin, para aquellos que prefieren escapar de las multitudes y buscar una experiencia más serena, una visita al fascinante Begijnhof cerca de la encantadora ciudad flamenca de Brujas es una parada obligatoria.

Este lugar, conocido oficialmente como el Begijnhof Principesco Ten Wijngaerde, es un pintoresco conjunto de casitas blancas que rodean una iglesia y un apacible patio verde, ofreciendo una visión única y profunda de la historia medieval de Brujas. Se trata de un beguinaje, una comunidad semirreligiosa donde vivían las beguinas: mujeres laicas, generalmente solteras o viudas, que dedicaban sus vidas a la piedad y a las buenas obras. A lo largo de la historia de Bélgica, han existido numerosos beguinajes, pero el de Brujas es el único que se conserva en la ciudad.

Construido alrededor del siglo XIII, el Begijnhof siempre ha sido un epicentro de tranquilidad y oración. Aunque las beguinas ya no habitan sus muros, hoy es cuidadosamente mantenido por un grupo de monjas benedictinas que abren sus puertas con gusto a los visitantes, preservando así su esencia y su legado espiritual.

Al cruzar las puertas principales del Begijnhof, uno es inmediatamente cautivado por esta comunidad tan singular. Su diseño evoca la imagen de un pueblo rural flamenco de antaño, con una arquitectura tradicional que invita a la contemplación. Una fascinante iglesia se alza majestuosa, y el conjunto está tejido por intrincados callejones serpenteantes, perfectos para un paseo pausado y reflexivo. Pequeños puentes cruzan serenos cursos de agua, y el patio central es un verdadero oasis, sombreado por álamos y tilos. Si tienes la oportunidad de visitarlo en primavera, serás testigo de una explosión de color con narcisos dorados, jacintos silvestres y tulipanes, que embellecen aún más el paisaje. Dada su conveniente ubicación, a solo 15 minutos a pie del centro de Brujas, el Begijnhof es una adición sencilla y gratificante a cualquier itinerario de viaje.

Qué Explorar en el Begijnhof de Brujas

Begijnhof de Brujas: Un Oasis de Paz e Historia Medieval en Bélgica

Si bien podrías pasar horas simplemente deambulando por los encantadores callejones y los espacios verdes del Begijnhof, hay varios puntos destacados que no deberías perderte durante tu visita. La iglesia principal, conocida como Begijnhofkerk, data del siglo XVII (la estructura original del siglo XIII fue destruida por un incendio) y es una magnífica fusión de estilos gótico y barroco. Aunque sus adornos son más sobrios que los de muchos otros templos europeos, sentirás el eco de la historia en cada rincón, y la pintura del Juicio Final sobre el altar es sencillamente hipnotizante.

También puedes visitar el Museo del Begijnhof, ubicado dentro de una casa conventual que conserva un encantador jardín de hierbas del año 1680. Aquí, podrás sumergirte en la vida cotidiana de las beguinas que alguna vez habitaron este lugar, explorar una valiosa colección de artefactos religiosos y recorrer las increíblemente bien conservadas cocinas y habitaciones. No olvides dar un paseo por los frondosos claustros y disfrutar de la pintoresca vista de los cisnes deslizándose elegantemente por los canales mientras te diriges a explorar algunas de las casas tradicionales del Begijnhof. Busca la Casa Número 30, que fue la residencia de la gran maestra y presenta una distintiva fachada barroca. La Casa Número 4 funciona tanto como centro litúrgico como tienda de recuerdos, donde podrás adquirir postales, velas, rosarios y otras piezas de iconografía religiosa.

Es fundamental recordar que, a pesar de su entorno de ensueño, el Begijnhof sigue siendo una comunidad religiosa activa. Por lo tanto, es importante ser considerado durante tu visita y respetar la privacidad de las monjas. Se recomienda vestir con modestia, cubriendo hombros y rodillas, y mantener la paz y tranquilidad del lugar hablando en voz baja. Tómate tu tiempo para pasear a tu propio ritmo por el Begijnhof y absorbe la atmósfera de cuento de hadas y el hermoso paisaje natural que lo rodea.

Otros Encantos y Delicias Culinarias en Brujas

Begijnhof de Brujas: Un Oasis de Paz e Historia Medieval en Bélgica

La ciudad de Brujas es en sí misma un destino medieval excepcional que merece ser explorado a fondo, a menudo apodada la “Venecia del Norte”. Después de tu visita al Begijnhof, ¿por qué no descubrir algunos de los mejores lugares de interés de Brujas? Si el tiempo es limitado, puedes recorrer varios puntos emblemáticos en aproximadamente tres horas con un tour privado en bicicleta con guía, donde verás tanto los puntos destacados de la ciudad como algunas de sus joyas ocultas.

Para una vista panorámica impresionante de las calles adoquinadas de Brujas, asciende por los escalones en espiral del Belfort, un campanario del siglo XIII que se alza majestuoso sobre el ayuntamiento. La vista desde la cima es inigualable y te permite apreciar la magnitud de esta ciudad histórica.

Cualquier amante de lo dulce que busque un souvenir único de su viaje debe considerar seriamente participar en un taller de chocolate belga. Aprenderás a elaborar a mano deliciosos bombones del tamaño de un bocado, desde pralinés rellenos de ganache hasta exquisitas trufas de chocolate, todo mientras disfrutas de una taza de chocolate caliente. Lo mejor de todo es que te llevarás a casa más de 35 piezas de chocolate en una lujosa caja dorada, un recuerdo inolvidable de la gastronomía belga.

Y si el apetito te ataca después de tanta exploración, no puedes dejar de deleitarte con los gofres belgas, ¡especialmente estando en Bélgica! Chez Albert, cerca de la torre Belfort, asegura ofrecer los mejores gofres belgas, y su menú incluye tentadoras coberturas como sirope de chocolate con leche, fresas dulces y crema chantilly. No muy lejos se encuentra también la House of Waffles, pero no te dejes engañar por su nombre turístico. Siéntate y disfruta de una deliciosa selección de gofres caseros con una variedad de frutas frescas y salsa de chocolate, mientras acompañas todo con una buena taza de chocolate caliente. Así que, ya sea que visites Brujas para explorar la serenidad del Begijnhof o para disfrutar de exquisitos manjares de chocolate, prepárate para un viaje verdaderamente memorable.