Costa Vasca Francesa: Guía Esencial para Explorar Saint-Jean-de-Luz

El sur de Francia es famoso por su glamour, yates y la Costa Azul. Sin embargo, es la más relajada costa suroeste de Francia la que se ha convertido en una joya oculta. La costa vasca francesa se extiende desde la frontera con España hasta la ciudad de Bayona. Distinta de la costa vasca española (especialmente San Sebastián, un paraíso para la comida, el vino y el arte), la provincia vasca francesa de Iparralde se siente en parte vasca y en parte francesa, irradiando encanto, sobre todo en la cautivadora ciudad costera de Saint-Jean-de-Luz.

Solo un puñado de pueblos y ciudades salpican la Costa Vasca Francesa: Hendaya, Ciboure, Saint-Jean-de-Luz, Guéthary, Bidart, Biarritz y Bayona son las principales, aunque algunas son tan pequeñas que las pasará por alto. El tren regional francés, el SNCF, tiene paradas en cada una de ellas, y el servicio de autobús también es bastante fiable. Sin embargo, tener un coche es la forma más cómoda de explorar la zona, y Saint-Jean-de-Luz es una excelente base para sus aventuras. El aeropuerto internacional más cercano está a solo 15 minutos en Biarritz, una ciudad glamorosa con una historia rica. Burdeos (que alberga el museo del vino más grande del mundo) está a 2 horas en tren o en coche, y París está a menos de 5 horas en el tren de alta velocidad TGV. También podría hacer una excursión de un día desde San Sebastián, ya que está a solo media hora en coche.

Con una pintoresca zona peatonal, la ciudad está bordeada por la costa, el río La Nivelle y las vías del tren. La playa principal, ‘la grand plage’, es una extensa playa de arena blanca bordeada por un paseo elevado que es perfecto para un paseo relajado, pero la acción principal está en el corazón de Saint-Jean-de-Luz, especialmente los días de mercado (martes y viernes). Aunque una visita es encantadora cualquier día de la semana, asegúrese de estar allí para uno de esos días.

Explore la vibrante escena del mercado en la Costa Vasca

El mercado cubierto y al aire libre de Saint-Jean-de-Luz está ubicado en el corazón de la ciudad, anclado en Les Halles. Un lugar de encuentro para que los lugareños hagan sus compras semanales, también es un mercado vibrante que atrae a visitantes de toda la costa, de ambos lados de la frontera. Los martes y viernes por la mañana, las áreas interiores del mercado ofrecen quesos, charcutería, pescado fresco y pasteles especiales, como los gâteaux Basques, un pastel típico relleno de crema o cereza. Maison Inda Goxobat hace una versión de limón que merece una visita por sí sola.

Afuera, los puestos que rodean el mercado están llenos de gente que busca fruta fresca (consejo profesional: no toque nada usted mismo. Deje que ellos seleccionen las mejores piezas para usted), verduras, pan y, sorprendentemente, sartenes de paella. Se exhiben varias mesas con pimiento de Espelette, un popular pimiento local similar al pimentón o al pimiento de Alepo. Lo puede encontrar fresco, seco, encurtido o, más comúnmente, en polvo. También hay flores frescas y hierbas en maceta disponibles, escondidas en las secciones sombreadas detrás del mercado.

Directamente en frente del mercado se encuentra la vinoteca Nicolas. Este es un excelente lugar para comprar vinos locales, particularmente de la región de Irouléguy. Ubicada en el País Vasco francés, a una hora de Saint-Jean-de-Luz, la región produce excelentes vinos tintos de cuerpo completo, blancos frescos y un rosado que se acerca más a un perfil español que a los rosados más familiares de Provenza.

Dónde encontrar las olas, comer y alojarse

Mientras que la grande plage es la playa principal, en realidad hay cuatro playas adicionales, incluidas las favoritas para el surf: Cénitz (ideal para principiantes) y Lafiténia (para aquellos que ya tienen habilidades). La grande plage está protegida de las olas, por lo que es la mejor para familias. Si el clima es agradable, es el lugar perfecto para relajarse con un picnic sacado directamente del mercado. Además de las playas de surf, Erromardi y Mayarco son las playas restantes y las cuatro están ubicadas un poco fuera de la ciudad, junto a populares campamentos.

Más allá del mercado y la playa, explore la ciudad y pruebe las especialidades locales como los macarons de almendra de Maison Adam. No deben confundirse con los típicos macarons franceses, estos son más bien una galleta de almendra suave y se remontan a 1660. La familia Adam fue encargada de hacer los macarons para la boda de Luis XIV y han sido un elemento básico en la región desde entonces. Le Komptoir des Amis es un brillante ejemplo de cocina de la granja a la mesa. Cambian el menú dos veces al día, para la cena y el almuerzo, y se asocian con más de 50 proveedores y artesanos locales para crear un menú de precio fijo razonable (22 €, o alrededor de $25 USD al momento de escribir). Otra parada obligatoria para un dulce regional son las Dunes Blanches, un hojaldre ligero como el aire relleno de crema. Consiga una caja de seis, como mínimo, confíe en nosotros.

Si tiene tiempo para echar raíces y quedarse más tiempo, The Madison es un hotel boutique con encanto rústico vasco. Bizipoz, un juego de palabras vascas para vida y alegría, tiene una ubicación céntrica y ofrece música en vivo regularmente. Más lejos en la punta, La Réserve es una extensa propiedad con impresionantes vistas al mar. Planifique su viaje a esta joya de la costa para una experiencia inolvidable.