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Descubre Ciudad Perdida: La Joya Ancestral de Colombia en la Sierra Nevada
Explora Ciudad Perdida, la enigmática joya ancestral de Colombia. Una aventura inolvidable en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Colombia, un verdadero cofre de maravillas ocultas, alberga desde la impresionante ciudad blanca de Popayán hasta metrópolis vibrantes como Medellín. Pero entre sus secretos más cautivadores se encuentra la Ciudad Perdida, o “Teyuna” como la conocen los pueblos indígenas, una joya arqueológica remota enclavada en la exuberante selva tropical de la Sierra Nevada de Santa Marta. A diferencia de Machu Picchu, que atrae multitudes masivas con su icónica “caminata de la muerte”, este sitio menos conocido ofrece una exploración serena e íntima de ruinas ancestrales, acompañada por los suaves murmullos del río Buritaca y el constante zumbido de la selva.¿Por qué, entonces, esta asombrosa porción de historia no está invadida por multitudes de turistas? La respuesta reside, en gran medida, en la aventura que implica llegar hasta ella. No existen ferrocarriles ni carreteras que conduzcan a la Ciudad Perdida; alcanzarla exige un trek de varios días a través de la densa selva. Sin embargo, para aquellos valientes que emprenden la caminata, la recompensa es inigualable: una ciudad ancestral de terrazas impecables, escalinatas de piedra y una conexión profunda con la extinta civilización Tairona. Es una aventura que pocos olvidan y que perdura en la imaginación mucho después de dar el último paso.
Un Viaje Hacia la Ciudad Escondida
La Ciudad Perdida, se estima que fue construida entre los años 700 y 800 d.C., fue en su momento el vibrante corazón de los Tairona, una civilización sofisticada que floreció mucho antes de la llegada de la conquista española. Durante la época colonial, los Tairona abandonaron la ciudad, dejándola oculta del mundo exterior por siglos (aunque siempre fue conocida por las tribus indígenas locales) hasta su redescubrimiento en 1976. Actualmente, los historiadores calculan que esta urbe ancestral albergó entre 2,000 y 8,000 habitantes, evidenciando su importancia y desarrollo.
Llegar a la Ciudad Perdida significa embarcarse en un viaje inolvidable a través de la Sierra Nevada de Santa Marta, una cordillera majestuosa coronada por los picos costeros más altos del mundo. Esta Reserva de la Biósfera UNESCO es un paraíso exuberante rebosante de vida: más de 600 especies de aves, mariposas de colores vibrantes y árboles imponentes que forman un dosel verde y frondoso. El aire se impregna con el aroma a tierra húmeda y flores silvestres, mientras que los arroyos que serpentean por la selva brillan bajo la luz del sol. A medida que avanza la caminata, el paisaje se transforma, revelando densas selvas, colinas empinadas y cascadas ocultas que invitan a la contemplación.
El trek en sí mismo tiene una duración de tres a cinco días por trayecto, dependiendo del ritmo y las condiciones. Los operadores turísticos suelen incluir mulas para transportar el equipaje, aliviando la carga del senderista. El sendero serpentea entre ascensos exigentes, cruces de ríos (a pie o mediante puentes colgantes) y tramos de terreno lodoso, que añaden un toque de aventura. En el camino, se encuentran momentos de respiro, como refrescarse en piscinas naturales o relajarse junto a cascadas murmurantes. Las noches se pasan en campamentos rústicos equipados con literas, ofreciendo un descanso esencial bajo el manto de estrellas. El ascenso final a la Ciudad Perdida exige subir más de 1,000 escalones de piedra, una ascensión que se siente como una verdadera peregrinación hacia el pasado ancestral.
El Corazón de la Ciudad Perdida y el Camino de Regreso
Al llegar a la Ciudad Perdida, serás recibido por la impresionante vista de 169 terrazas de piedra talladas en la ladera de la montaña, interconectadas por escalinatas ancestrales y rodeadas por la exuberante selva. Dividido en ocho sectores principales, este sitio arqueológico conserva vestigios de canales, estructuras ceremoniales y los cimientos de viviendas y silos. La ingeniería y el ingenio de los Tairona son evidentes en cada piedra, y al recorrer las terrazas, es fácil imaginar la próspera comunidad que alguna vez habitó este lugar sagrado. La Ciudad Perdida es gestionada de forma colaborativa por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y los grupos indígenas locales, algunos de cuyos miembros aún residen en los alrededores del sitio. Los visitantes también podrían encontrarse con miembros del Ejército Colombiano, cuya presencia asegura la seguridad en esta remota región.
Después de explorar las maravillas de la Ciudad Perdida, el trek de regreso ofrece un espacio para la reflexión profunda sobre la experiencia vivida. Muchos viajeros inician y finalizan su travesía en Santa Marta, una encantadora ciudad costera que invita al descanso y la relajación. En la ciudad, se puede pasear por el vibrante Parque de los Novios para disfrutar de una comida de celebración, o relajarse en las playas doradas de Santa Marta, ideales para nadar o navegar. Desde Santa Marta, también es posible acceder al tranquilo pueblo de Palomino, donde convergen armoniosamente playas y montañas. Regresar al mundo moderno después de una aventura tan profunda puede sentirse surrealista, pero con el recuerdo de la Ciudad Perdida arraigado en la memoria, en cierto modo, nunca se pierde del todo.