Descubre la Gastronomía Rural de Eslovenia: Una Experiencia Inolvidable en Granjas Turísticas

Existe una diferencia entre probar el terruño de un nuevo lugar y sumergirse completamente en él. Imagínese degustar un brandy de enebro fermentado en el mismo edificio donde cena, quizás no muy lejos de donde se está curando el jamón serrano, o un helado de miel elaborado con la colmena del lugar. Cenar en una encantadora granja-restaurante en la campiña eslovena ofrece una experiencia rústica y tradicional en medio de paisajes impresionantes.

¿Por qué Eslovenia? Incluso el experto en viajes Rick Steves ha calificado a este país, a menudo pasado por alto, como uno de los encantos más inesperados de Europa. Esto se debe en gran parte a su ubicación, que limita con Italia, Austria, Hungría y Croacia, recibiendo influencias culturales de todos ellos. El experto en viajes es un gran admirador de su gastronomía, destacando específicamente que sus irresistibles postres, como la esponjosa kremna rezina, son “razón suficiente” para hacer un viaje. La gastronomía de Eslovenia se aprecia mejor en su lugar de origen, y hay muchas granjas turísticas, o turištična kmetija, donde hacerlo.

Una de las mejores zonas para experimentar la vida tranquila es la Meseta de Karst, en la región suroeste de Eslovenia, rozando Italia. En esta área, también conocida simplemente como Karst, el agroturismo está vivo y floreciente. Hay muchos lugares que no solo ofrecen a los huéspedes lo mejor de la granja, sino que también les permiten alojarse en cómodas instalaciones. Y se encuentra a menos de 50 minutos en coche de Liubliana, la capital. Aunque, para ser sinceros, nada en Eslovenia está terriblemente lejos del centro de Liubliana, ya que todo el país tiene aproximadamente el tamaño de Massachusetts.

¿Qué esperar de una cena en una granja eslovena?

Primero, está la cuestión de decidir cuándo visitar la granja. Finales del verano y principios o mediados del otoño es la temporada de cosecha, pero para los amantes de la carne, podría valer la pena programar su viaje para que coincida con la tradición de Koline o Furež, la matanza de cerdos en invierno. Muy parecido a la costumbre cajún de la boucherie, Koline es un evento comunitario donde los agricultores comparten cada parte del cerdo sacrificado, desde salchichas hechas con la sangre y la grasa hasta chicharrones elaborados con la piel del animal.

Una comida en una granja turística probablemente comenzará con un brandy elaborado con frutas cultivadas en la granja. Ya sean bayas de enebro, ciruelas o peras, todos son bastante potentes. Piense en ello como un aperitivo para preparar su cuerpo para la avalancha de deliciosos platillos que seguirán. Los entremeses podrían incluir patés elaborados con animales cercanos, como cerdos, corderos o la caza local.

Por ejemplo, en la granja turística y cervecería Pivovarna Ambrožič, en el pueblo de Vremski Britof, en la Meseta de Karst, el menú de cuatro tiempos puede comenzar con embutidos, para luego pasar inmediatamente a sustanciosas sopas, platos de pasta y pasteles de polenta con jamón serrano, queso y hongos porcini a la parrilla. Los platos principales son decididamente carnosos, y van desde conejo hasta venado, seguidos de postres que, en su mayoría, utilizan frutas de temporada. ¿Y para terminar? Más brandy, por supuesto, para ayudar a la digestión.

¿Cómo encontrar una granja turística en Eslovenia?

Elegir una granja turística depende de qué parte de Eslovenia quiera degustar. ¿Es usted un aficionado al vino? Seleccione la región de Brda en Karst por su ubicación entre los Alpes y el Mediterráneo, donde el clima soleado lleva a algunos a compararla con la Toscana. Gracias a su proximidad con Friuli en Italia, lugares como la Granja Turística Breg en Dobrovo ofrecen el quesoso y crujiente frico; además, ñoquis rellenos y minestrone de castañas entre sus atractivos de la granja a la mesa.

¿Quizás prefiere los manantiales termales entre colinas onduladas? La región nororiental de Prlekija alberga la Firbas Homestead. Aquí, los huéspedes pueden dormir en un pajar elegantemente reformado y degustar alimentos cultivados en el lugar para el desayuno, el almuerzo y la cena, entre tareas educativas y recorridos. Puede esperar que la cena incluya queso fresco, dumplings de masa madre y vinos de la casa antes de terminar con un pastel de capas.

También existe la opción de hospedarse entre los deliciosos atractivos relativamente poco descubiertos de Liubliana y simplemente cenar en una granja. Esto se logra en la Granja Turística Grofija, a unos 30 minutos en coche de la gran ciudad. Allí, los huéspedes que programen con anticipación pueden pasar a degustar carnes curadas, panes horneados en casa y licores elaborados en el lugar. Lo mejor de todo es que está ubicada en un sitio histórico de la Edad del Hierro. Después de todo, necesitará algo emocionante que lo impulse a levantarse de la mesa y quemar esa inolvidable comida.