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Dresde: Un Fénix Reconstruido – Historia, Arte y Resiliencia en Alemania
Descubre cómo Dresde, de la destrucción de la guerra, resurgió como joya de Alemania, un testimonio de historia y resiliencia.

La pintoresca ciudad de Dresde, Alemania, es reconocida por múltiples razones: su porcelana, el mercado navideño operativo más antiguo de Europa, sus majestuosos palacios y una abundante arquitectura barroca. Es difícil imaginar que las encantadoras avenidas de Dresde, a orillas del río Elba, alguna vez fueron reducidas a escombros. Esta metrópolis, ahora floreciente, fue una de las ciudades alemanas más devastadas tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Al pasear por las calles empedradas que rodean la Frauenkirche, resulta increíble pensar que estas piedras ancestrales y ennegrecidas que componen la intrincada fachada de esta iglesia no hayan estado allí por cientos de años. Cuesta creer que todos estos edificios históricos fueron reconstruidos meticulosamente, gracias al incansable esfuerzo de los habitantes de Dresde.
Antes de la guerra, Dresde, ubicada dos horas al sur de Berlín y aproximadamente una hora al norte de la frontera checa, era conocida como la “Caja de Joyas” de Alemania y la “Florencia del Elba” debido a su rica historia, sus impresionantes colecciones de arte y su hermosa arquitectura, como la renombrada Ópera Semper. Lamentablemente, al final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad quedó virtualmente destruida. Lo poco que quedó cayó en desuso cuando Dresde, bajo la Alemania Oriental, estuvo bajo el dominio soviético. Los locales decían que “los rusos destruyeron edificios de manera más eficiente que cualquier bomba”, pero una vez que “el muro cayó, reconstruimos nuestra ciudad ladrillo a ladrillo”, (según National Geographic).
Aunque gran parte del Dresde histórico ha sido restaurado, la ciudad no se siente anclada en el pasado. Las imponentes calles del Casco Antiguo rebosan de vida, tanto de locales como de turistas, y la ciudad que se extiende a su alrededor es un vibrante centro de industriosidad y amabilidad alemana. Hay un poder innegable en preservar el pasado mientras se abraza el futuro, y Dresde es un testimonio inigualable de esta filosofía.
¿Cómo se Reconstruyó Dresde después de la Segunda Guerra Mundial?
El asalto final de bombas sobre Dresde por las Fuerzas Aliadas, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, parecía sentenciar el fin de la ciudad. El Neumarkt de Dresde, el centro histórico de la ciudad, quedó en ruinas, al igual que la mayoría de las apreciadas fachadas barrocas de la ciudad. Después del fin de la guerra, Dresde, ahora bajo control soviético, continuó deteriorándose, principalmente debido al abandono. Se hicieron algunos esfuerzos por reconstruir en la década de 1970, pero después de la reunificación de Alemania a principios de los años 90, la reconstrucción pudo comenzar en serio.
Mientras algunos urbanistas abogaban por reconstruir la ciudad con un diseño moderno, grupos locales como la Gesellschaft Historischer Neumarkt Dresden y la Society for the Historical Neumarkt Dresden (GHND) hicieron campaña para restaurar no solo los edificios antiguos, sino todo el Neumarkt. Una de las campañas más exitosas fue el “Ruf aus Dresden”, o “llamada desde Dresde”, en la que los ciudadanos de Dresde apelaron al mundo en busca de fondos para reconstruir su amado símbolo de la ciudad, la Frauenkirche, que aún era un montón de escombros carbonizados en 1994. La iglesia reabrió sus puertas en 2005, restaurada meticulosamente piedra por piedra ennegrecida, “como el rompecabezas más difícil del mundo”, según un guía turístico local de Dresde a National Geographic. Todo este esfuerzo ha resultado en que la bella Dresde se convierta en uno de los mejores destinos que no puedes perderte en un viaje a Alemania.
¿Cómo es Dresde Hoy en Día?
Hoy en día, estas revitalizadas calles albergan una variedad de lugares imperdibles. En el Zwinger, un decadente palacio construido en el siglo XVIII, puedes visitar algunas de las famosas obras de arte de Dresde en la Galería de los Viejos Maestros, incluyendo una obra maestra del Renacimiento italiano: “La Madona Sixtina” de Rafael. También en el Zwinger, puedes admirar la famosa porcelana de la ciudad en la Colección de Porcelana de Dresde. Para algo más inusual, visita el Mathematisch-Physikalischer Salon, donde se exhiben artefactos científicos, como telescopios y globos.
Otros puntos destacados de Dresde incluyen la famosa Frauenkirche, un poderoso símbolo de reconciliación y un impresionante edificio por derecho propio, con una imponente cúpula de piedra. Otro punto culminante es el Castillo de Dresde, especialmente su famoso “El Desfile de los Príncipes”. Este mural de 102 metros de largo, construido con 24,000 azulejos de porcelana, cuenta la historia de Sajonia (la región de Dresde) y de alguna manera sobrevivió a los brutales bombardeos de 1945. ¡Para un desafío adicional, encuentra a la única mujer en todo el mural! También está la ornamentada Semperoper, la famosa Ópera, y la Terraza de Brühl a lo largo del Elba, conocida como el “Balcón de Europa”. Por la noche, observa la puesta de sol sobre el Elba desde un clásico Jardín de Cerveza alemán.
Dresde es más que solo su hermoso Casco Antiguo. No muy lejos de la ciudad se encuentra Meissen, hogar de la famosa porcelana, así como el Parque Nacional de la Suiza Sajona, uno de los parques nacionales más bonitos de Alemania y una joya subestimada con paisajes únicos. El parque es especialmente famoso por su ornamentado puente de piedra, el Puente Bastei, que se extiende 76.5 metros entre formaciones rocosas de otro mundo, muy por encima del valle. También fuera de Dresde está el tranquilo Valle del Elba, una pacífica pradera donde los lugareños vienen a escapar de la ciudad y disfrutar de las villas históricas. Y en el suburbio de Radebeul, puedes probar algunos de los deliciosos Riesling de Alemania.