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Escocia Revelada: Desmitificando su Identidad Nacional y Explorando sus Maravillas
Aprende la etiqueta clave para tu viaje a Escocia. Descubre por qué los escoceses no son británicos y explora sus impresionantes paisajes y cultura.

Escocia es, sin duda, un destino que encabeza las listas de deseos de muchos viajeros, y es fácil entender por qué. Más allá de ser uno de los pocos países europeos donde es posible acampar libremente, Escocia ofrece paisajes naturales asombrosos, una historia y cultura ricas, y monumentos icónicos que satisfacen a cada tipo de explorador. Sin embargo, si decides tachar este fascinante país europeo de tu lista de pendientes, y después de cubrir todos los esenciales de un viaje internacional, existen algunas reglas de etiqueta no escritas que debes considerar para evitar ofender a sus amables habitantes locales.
La principal de estas reglas es evitar referirte a los escoceses como ingleses, o incluso británicos, bajo la equivocada suposición de que Escocia es parte de Inglaterra. Esta es una idea errónea muy común, pero la realidad es que Escocia es un país distinto y separado de Inglaterra. Aunque Escocia (junto con Inglaterra y Gales) forma parte del territorio conocido como Gran Bretaña, lo cual puedes apreciar lujosamente en los mejores viajes en tren del Reino Unido, es crucial entender su individualidad. Además, Gran Bretaña, junto con Irlanda del Norte, conforma lo que se conoce como el Reino Unido, y aquí es donde reside gran parte de la confusión.
Mientras que Escocia posee su propio órgano de gobierno, liderado por el primer ministro, y como parte de la monarquía constitucional del Reino Unido, el Rey Carlos III es reconocido como su soberano. Sin embargo, lo que es imperativo que los visitantes recuerden es que, a pesar de sus lazos constitucionales con Inglaterra, Escocia es un país independiente con una historia y una cultura propias, que son fuente de gran orgullo para muchos de sus habitantes.
¿Por Qué NO Debes Llamar “Británicos” a los Escoceses?
Referirte incorrectamente a los escoceses como británicos, especialmente cuando te encuentras en Escocia, va mucho más allá de un simple error o descuido. La persistente división política en Escocia añade un significado más profundo a esta confusión de identidad. Muchos escoceses han apoyado, durante décadas, un movimiento independentista que busca separar a Escocia del Reino Unido, mientras que otros rechazan esta idea y abogan por mantener el status quo. Este es un tema de acalorado debate, lo que incrementa la tensión si los visitantes caracterizan erróneamente a los locales como británicos.
La identidad nacional escocesa se nutre de siglos de historia, batallas y una rica herencia cultural que la distingue claramente de sus vecinos. Desde su propio sistema legal hasta su educación, pasando por sus tradiciones y su lengua (el gaélico escocés, aunque no tan extendido, es un pilar de su identidad), Escocia ha forjado un camino único. Ignorar esto o fusionarlo con una identidad más amplia como la británica puede ser percibido como una falta de respeto a esa soberanía y al orgullo que sienten por su patria.
Las Maravillas Inolvidables de Escocia
Una vez comprendidas estas reglas de etiqueta, Escocia se revela como un país verdaderamente digno de visitar, con su impresionante paisaje escénico y sus expresiones culturales únicas. Esto incluye instrumentos musicales escoceses icónicos, como las resonantes gaitas, y su inconfundible moda, con los kilts de tartán usados predominantemente por hombres, pero también por mujeres. Una visita al Valle de Glencoe en las Tierras Altas escocesas te permitirá escuchar el eco de las gaitas en la naturaleza, una experiencia verdaderamente sensorial.
Escocia también es conocida por sus numerosas atracciones históricas, incluyendo destinos declarados Patrimonio de la Humanidad, como St. Kilda, un santuario de biodiversidad para los amantes de la naturaleza, y New Lanark, celebrado por las reformas sociales que se promulgaron en la ciudad, incluyendo jornadas laborales más cortas. Para los viajeros fascinados por la historia real, Escocia también alberga numerosos castillos impregnados de rica historia y antiguas leyendas, por no mencionar las invaluables Joyas de la Corona de Escocia, actualmente en exhibición en el majestuoso Castillo de Edimburgo.
Si aún no lo has hecho, convierte a Escocia en el próximo país de tus sueños. Solo asegúrate de empacar una buena mezcla de ropa casual y abrigadora, porque el clima puede ser bastante impredecible, y lo más importante: nunca te refieras a los escoceses como “británicos”.