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Isla Anticosti: Explorando el Santuario Silvestre y Geológico de Canadá
Descubre Anticosti, una isla canadiense remota con fósiles milenarios, fauna única y paisajes indomables. Un paraíso inexplorado.

Los bosques imponentes de abeto y pícea cubren sus alrededores mientras los acantilados de piedra caliza se encuentran con las olas del Golfo de San Lorenzo. Este es un lugar donde las fuerzas de la naturaleza aún reinan, justo más allá del alcance de la Canadá continental. La Isla Anticosti le quitará el aliento con su frontera remota e inmaculada que parece existir al borde del tiempo mismo. Desde ríos sinuosos que atraviesan el paisaje hasta costas dramáticas que se elevan en escarpadas formaciones, el encanto aislado de este santuario salvaje está reservado solo para los exploradores más audaces.
La Isla Anticosti no suele aparecer en la lista de las islas más hermosas del mundo, como Capri en Italia o Bali en Indonesia. Esto se debe probablemente a que la gente desea que permanezca inalterada, oculta y prístina. Una cápsula del tiempo viviente, la isla posee un registro incomparable de vida del final del período Ordovícico, hace aproximadamente 437 millones de años. Los lechos fósiles aquí se encuentran entre los más diversos y mejor conservados del planeta. Exponen los restos de antiguas criaturas marinas, algunas de cuerpos blandos y otras con caparazones duros. Gracias a estos fósiles, obtenemos respuestas a preguntas ancestrales sobre las condiciones oceánicas, el clima y la extinción masiva que cambió la vida en la Tierra.
Hay dos formas de llegar a la Isla Anticosti: en avión o en ferry. Y llegar allí es parte de la aventura, con vistas expansivas que evocan otra gema canadiense poco conocida: la Isla Sable.
Fósiles y Vida Silvestre le esperan en cada rincón
Buscar fósiles en la Isla Anticosti es una búsqueda del tesoro prehistórica con recompensas garantizadas. Comience en la Gruta a la Patate, el tercer sistema de cuevas más grande de Quebec. Este lugar, creado durante la última glaciación, fue descubierto accidentalmente por un guía de caza a mediados de la década de 1980. Al caminar por sus pasajes, observe de cerca las paredes lisas y las formaciones únicas, donde el agua y el hielo alguna vez tallaron su camino a través de las rocas. Luego, diríjase a Chute-Vauréal, una cascada más alta que las Cataratas del Niágara que cae dramáticamente en una garganta. Una caminata corta pero desafiante lo lleva a su base, pasando por plataformas de piedra caliza ricas en fósiles de 400 millones de años. Cuando finalmente llegue a su destino, todo lo que podrá hacer es admirar la belleza de 76 metros (249 pies) ante sus ojos.
No se detenga allí. Pasee por el cristalino Río Júpiter, una de las principales vías fluviales de la isla, con imponentes acantilados siguiéndole en todo el camino. Aquí encontrará muchas oportunidades de pesca, particularmente de salmón. Los residentes más famosos de Anticosti, los ciervos de cola blanca, son imposibles de pasar por alto. Deambulan por las orillas del río y la naturaleza indómita de la isla. Los ciervos ahora superan en número a las personas y se han convertido en un objetivo para los cazadores que buscan carne de venado, una actividad popular en la isla.
Mientras continúa su viaje, diríjase hacia Chicotte-la-Mer, donde encontrará la vista más inolvidable de la isla. Los restos esqueléticos de una ballena azul de 27 metros yacen tranquilamente en el pasto, habiendo llegado a la orilla a principios de la década de 1990.
Las Aguas Siempre Tienen una Historia que Contar
La Isla Anticosti también alberga una historia inquietante bajo sus olas. La costa tiene aguas poco profundas, lo que convierte a la isla en un notorio cementerio de barcos: ha habido hasta 400 naufragios. Uno de los naufragios que vale la pena explorar es el Wilcox. Este dragaminas dado de baja de la Segunda Guerra Mundial se estrelló contra una playa de la isla durante una feroz tormenta. Puede experimentar el naufragio de cerca alojándose en el Campamento Wilcox. Los campamentos aquí son perfectos para grupos de hasta seis personas, con mesas de picnic y fogatas que hacen de su noche una auténtica aventura isleña.
Ha visto el río, la costa y la cascada, pero todavía queda otro cuerpo de agua por descubrir. El Lago Wickenden, el más grande de Anticosti, es el lugar perfecto para los entusiastas de la pesca. Hay mapas detallados que muestran a los pescadores los mejores lugares para establecer su base. Pero si aún no ha tenido suficiente de fósiles, diríjase a la Bahía de la Tour, famosa por sus impresionantes acantilados blancos y sus terrenos de búsqueda de fósiles. La playa de guijarros de la bahía es una vista impresionante y, cuando sale el sol, el agua brilla con un tono turquesa. Mantenga su cámara a mano mientras esté aquí: focas, ballenas y aves marinas hacen acto de presencia de vez en cuando.
A pesar de que Canadá cuenta con playas notables y la costa más larga del mundo, Anticosti sigue siendo un paraíso inexplorado, lejos de todo lo demás. Su naturaleza prístina y su rica historia geológica la convierten en un destino verdaderamente único para aquellos que buscan aventura y una conexión profunda con el pasado del planeta.