Palmarola: La Isla Italiana Deshabitada, un Paraíso Natural por Descubrir

Sorprendentemente, alrededor de 6.5 millones de italianos residen en islas, lo que, según la Comisión Europea, representa cerca del 11% de la población. Aunque esta estadística pueda parecer chocante para algunos, quizás no debería serlo, dado que el país comprende alrededor de 450 islas. Si bien existen muchas hermosas islas italianas que no reciben suficiente atención, varias son muy populares entre los viajeros. Los turistas a menudo superan en número a los residentes en islas más pequeñas, como Capri, e incluso en islas más grandes como Sicilia, que alberga aproximadamente 4.8 millones de personas y que suele recibir millones de visitantes anualmente, lo que subraya la atracción de estos destinos.Sin embargo, un número significativo de islas italianas permanecen deshabitadas, incluyendo Palmarola, una isla mediterránea espectacularmente agreste que forma parte del archipiélago Pontino, frente a la costa occidental de Italia. La actividad volcánica contribuyó a moldear los paisajes dramáticos de la isla, desde acantilados escarpados y paredes rocosas imponentes hasta cuevas marinas secretas y grutas perfectas para practicar snorkel. Al no contar con residentes permanentes, la isla se mantiene libre de turistas, a excepción de los excursionistas que llegan en barco a Cala del Porto, el único punto de desembarco de Palmarola, para disfrutar del sol, la arena y el mar.## Explora los Puntos Clave de PalmarolaEntonces, ¿qué se debe ver y hacer exactamente en Palmarola? Primero, es importante entender que la isla no es la típica escapada italiana con cafeterías frente a la playa y callejones empedrados que conducen a iglesias históricas. No hay carreteras en Palmarola, ni se permiten autos. Tampoco hay monumentos culturales, tiendas ni hoteles de lujo. De hecho, solo hay un lugar donde quizás se pueda rentar una habitación o almorzar: O’Francese, un restaurante y posada familiar, de operación estacional, ubicado justo en la playa, frente a Cala del Porto. Existen algunos senderos para caminatas en el área, pero para ver la mayoría de los puntos destacados de la isla, querrás unirte a una excursión en barco.Las excursiones parten de la cercana isla de Ponza, una de las islas italianas más bonitas y menos conocidas. Las opciones varían, pero en la mayoría de las excursiones en barco, pasarás de cinco a seis horas navegando alrededor de Palmarola, disfrutando de un almuerzo a bordo. Dependiendo del tipo de experiencia que busques, los precios suelen comenzar alrededor de los $40 por persona (los costos pueden variar). En el recorrido, verás la Cattedrale, una formación rocosa cuyas altas rocas de basalto se asemejan a elegantes columnas de catedral, así como arcos naturales y cuevas marinas llenas de agua cristalina de color turquesa. También harás pausas a lo largo de la costa de la isla para nadar y practicar snorkel antes de regresar a Ponza por la tarde.## Planifica un Viaje a Ponza y PalmarolaEn cuanto al clima, la mejor época para visitar Palmarola es de mayo a septiembre. Hay una excepción: los italianos suelen estar de vacaciones en agosto, y la isla se vuelve más concurrida durante este tiempo, lo que podría restarle un poco a la atmósfera de paraíso perdido. Dado que la mayoría de los visitantes conocen Palmarola en una excursión en barco desde Ponza, la isla cercana es un excelente lugar para establecer tu base. Es tan hermosa como Palmarola pero mucho más desarrollada. Dos opciones a precios razonables cerca del puerto son el Hotel Gennarino a Mare, frente al mar, y el Hotel Bellavista, que pueden superar los $200 por noche. En la misma área, encontrarás muchas pizzerías y restaurantes, incluyendo La Baguetteria del Porto y Ristorante EEA.Ponza, la puerta de entrada a Palmarola, es fácilmente accesible desde Roma o Nápoles (ambas ciudades cuentan con aeropuertos internacionales). Roma es un excelente punto de partida para unas vacaciones italianas, y desde la estación de tren Roma Termini, puedes tomar un tren a los puertos de Anzio o Formia, para luego tomar un ferry o hidroala a Ponza. Los precios y la duración varían según el tipo de embarcación que elijas, pero calcula gastar alrededor de $20 por un viaje de ida que toma aproximadamente 2.5 horas. Desde Nápoles, podrías tomar un ferry directo de tres horas a Ponza, con tarifas de ida a partir de $35. Ten en cuenta que muchas embarcaciones operan solo durante la temporada de verano.