Rijeka: La Puerta de Croacia, Joya del Adriático y Destino Ideal para Nómadas Digitales

Si te diriges al noroeste por la costa adriática de Croacia, con el mar a tu izquierda y los vibrantes pueblos costeros a tu derecha, llegarás a la ciudad portuaria de Rijeka. La tercera ciudad más grande de Croacia, con una población de más de 106,000 habitantes, Rijeka se encuentra en un valle montañoso digno de postal bajo la sombra de los Alpes Julianos. Su nombre, que se remonta al siglo XIII, es diferente en esloveno, italiano, serbio y otros idiomas, pero siempre se traduce como “río”, un nombre apropiado para una ciudad bifurcada por el Rječina. Este tranquilo río serpentea por un pintoresco cañón antes de desembocar en el Adriático.

Rijeka también es conocida como la “Puerta a las islas de Croacia”. Se ganó este apodo por su ubicación estratégica justo a lo largo de la costa. De hecho, esta bulliciosa ciudad portuaria es tu enlace a algunas de las islas más hermosas del norte del mar Adriático, incluyendo Cres, que tiene algunas de las mejores playas de toda Croacia, Krk y Lošinj, la subestimada “Isla de la Vitalidad” de Croacia. Pero aunque se la considera una puerta, esto no significa que la ciudad no valga la pena una visita por sí misma. Debido a su larga historia de ocupación y asentamiento —ha estado bajo el dominio francés, húngaro, austriaco y croata en varios momentos—, la ciudad es una confluencia única de culturas. Esto es visible en su arquitectura en particular, donde verás torres modernistas y fachadas Art Nouveau junto a opulentos edificios de la era de los Habsburgo y fortalezas medievales. Además de su interesante arquitectura y antiguas ruinas, Rijeka ofrece una magnífica costa, una multitud de actividades culturales, excelentes restaurantes y cafeterías, y aventuras al aire libre en abundancia. Y en años más recientes, Rijeka se ha convertido en un punto de encuentro para nómadas digitales, atrayendo a teletrabajadores en abundancia con su excelente conectividad, clima templado, asequibilidad y espectacular belleza mediterránea.

El atractivo de Rijeka para los trabajadores remotos

A pesar de su atractivo aparentemente obvio, Rijeka a menudo se ve opacada por centros turísticos más famosos, como la soleada ciudad dálmata de Split y Dubrovnik, donde puedes visitar lugares clave de rodaje de “Game of Thrones”. De hecho, recibe alrededor de 220,000 visitantes al año, en comparación con un millón para Split y 1.4 millones para Dubrovnik (sin incluir pasajeros de cruceros). Pero esta ciudad no ha pasado desapercibida para los nómadas digitales que buscan el lugar perfecto para establecerse temporalmente. Rijeka ha sido consistentemente reconocida en listados de los principales destinos para nómadas digitales, destacada por su seguridad y ritmo de vida tranquilo. Además, los miembros de comunidades de nómadas le han otorgado altas puntuaciones en áreas como la conectividad a internet, la amabilidad de los lugareños y la transitabilidad a pie.

Rijeka parece estar casi perfectamente diseñada para el estilo de vida del trabajador remoto. Aunque existe una robusta red de transporte público, la mayoría de los lugares se pueden alcanzar a pie en 30 minutos. Hay varios espacios de coworking dispersos por toda la ciudad, siendo RiHub particularmente popular. Con una calificación promedio de 4.8 en Google Reviews, RiHub es un excelente lugar para conocer a nómadas con ideas afines, y fue establecido por la ciudad, por lo que su uso es gratuito. Además, existen varios alojamientos dirigidos específicamente a trabajadores remotos, junto con páginas dedicadas en redes sociales como “Digital Nomads Croatia Housing”. En general, Rijeka tiene un costo de vida bajo, especialmente en comparación con otras ciudades europeas. Diversos estudios sitúan el costo mensual total entre $1,800 y $2,500. Un cambio reciente en la ley croata también ha endulzado el trato para los nómadas digitales: en la actualidad, los ciudadanos no croatas pueden solicitar un permiso de residencia temporal de 18 meses (anteriormente, solo era de 12 meses).

Cómo llegar, salir y moverse por Rijeka

Para llegar a Rijeka en avión, volarás al Aeropuerto Internacional de Rijeka, a unos 30 minutos en coche del centro de la ciudad. Otras opciones posibles incluyen el Aeropuerto de Pula (PUY) en Pula, Croacia (a 65 millas de distancia) y el Aeropuerto Franjo Tuđman (ZAG) en Zagreb, Croacia (a 110 millas de distancia). Aunque no hay vuelos directos desde Estados Unidos a ninguno de estos aeropuertos, existen conexiones convenientes desde otras partes de Europa y Toronto a Zagreb. Si ya te encuentras en Europa y deseas viajar por tierra, súbete a uno de los autobuses interurbanos (FlixBus o Arriva) o utiliza la extensa y conveniente red ferroviaria de Europa. Incluso puedes llegar a Rijeka desde Varsovia en un pintoresco viaje de unas 20 horas; actualmente, un tren nocturno europeo conecta Polonia con el mar Adriático.

Una plétora de líneas de autobuses intraciudad sirven a Rijeka, y las tarifas son razonables (alrededor de $2 por un boleto sencillo y $15 por un pase semanal de la Zona 1). Los servicios de transporte compartido, como Uber y Bolt, también están disponibles, mientras que BlaBlaCar se puede usar para distancias más largas. Si te sientes más aventurero, puedes encontrar patinetes eléctricos, bicicletas eléctricas y bicicletas de montaña para alquilar en varias estaciones. Y, por supuesto, es posible caminar a la mayoría de los lugares, pero ten en cuenta que algunas áreas de esta ciudad en la ladera tienen muchas escaleras y pendientes.

Para visitar las impresionantes islas mediterráneas por las que es conocida Croacia, líneas regulares de catamarán y ferry, incluida Jadrolinija, operan rutas diarias desde el puerto de Rijeka. Dedica tiempo a explorar las islas de la Bahía de Kvarner a tu gusto. Pasea por el casco antiguo y las calles antiguas de Rab, o busca calas solitarias en Cres. Experimenta la cultura y el dialecto únicos de Susak, o admira la serena belleza del pueblo pesquero de Unije. Ya sea que decidas quedarte una semana o un año, Rijeka te encantará.