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Santana, Madeira: Un Destino Evergreen de Cuento y Aventura Natural
Descubre Santana, Madeira: casitas triangulares, paisajes impresionantes, aventuras al aire libre y cultura vibrante te esperan. ¡Una joya portuguesa!

Portugal es un destino turístico muy apreciado, famoso por sus kilómetros de acantilados dorados de ensueño y sus impresionantes pueblos costeros en la célebre región del Algarve. Sin embargo, si buscas escapar de las multitudes veraniegas, considera añadir joyas poco conocidas como el secreto pueblo playero de Cacela Velha a tu itinerario de viaje. Mejor aún, puedes saltarte por completo la Portugal continental y volar a la isla de Madeira, parte de un archipiélago no muy lejos de la costa norteafricana y una región autónoma de Portugal. Al norte de Funchal, la capital de la isla, encontrarás un encantador pueblo llamado Santana, un paraíso de pintorescas callejuelas enmarcado por dramáticos acantilados costeros y exuberantes paisajes montañosos, incluyendo el pico más alto de la isla. Nombrado en honor a Santa Ana, este pueblo de cuento de hadas está salpicado de más de cien casitas triangulares conocidas como ‘casinhas de Santana’. Con sus gruesos techos de paja y fachadas de colores vivos, estas cabañas, que alguna vez fueron las humildes moradas de los agricultores locales, son ahora un caprichoso ícono del patrimonio cultural de Santana. La autenticidad y el encanto de estas edificaciones las convierten en un punto de interés que no pierde su relevancia con el paso del tiempo.
Situadas convenientemente en el centro de Santana se encuentran las Casas Típicas de Santana, donde un grupo de estas cabañas con techo de paja están abiertas para que los turistas las exploren por dentro, algunas incluso amuebladas como si una familia aún viviera allí. Los puestos de mercado y los vendedores de comida cercanos crean una atmósfera animada donde puedes disfrutar de un bocadillo, comprar recuerdos o incluso charlar con los amigables lugareños, algunos de los cuales quizás tuvieron familiares que crecieron en estas mismas cabañas. Y no te pierdas la Iglesia Parroquial de Santana, construida a mediados del siglo XVI. Sus interiores son una fantástica mezcla de elementos Rococó y Barroco, con una impresionante pintura dedicada a Santa Ana, que le da un toque de solemnidad y belleza al lugar.
Ahora que has recorrido algunos de los icónicos puntos de interés cultural de Santana, tu próxima misión debería ser explorar su impresionante paisaje natural, desde sinuosas caminatas por exuberantes senderos selváticos hasta impresionantes cascadas. La naturaleza en Santana es, sin duda, un tesoro por descubrir.
Aventuras al aire libre en Santana, Madeira
Si las vistas costeras están en tu lista de deseos, entonces querrás visitar la Reserva Natural Rocha do Navio justo al norte del pueblo, donde puedes tomar un teleférico que desciende por la ladera de la montaña para disfrutar de vistas panorámicas de los acantilados rocosos y verdes bordeados por el brillante mar azul. Para los más aventureros, también hay un empinado sendero en el acantilado que desciende y que ofrece vistas increíbles de la escarpada costa. En dirección opuesta, explora los senderos de la Levada do Caldeirão Verde para una caminata a través de exuberantes bosques de montaña. Aunque la ruta es estrecha en algunos puntos y pasa por cuatro túneles rocosos, serás recompensado con fantásticos paisajes lacustres y majestuosas cascadas. Las reseñas en Tripadvisor recomiendan la caminata como ‘una de las tarjetas de presentación de Madeira’. Se estima que el recorrido de ida y vuelta toma entre tres y seis horas, y se recomienda usar calzado resistente para los senderos que pueden ser fangosos. Y si quieres desafiarte aún más, entonces emprende la espectacular caminata entre dos de los picos más icónicos de Madeira, considerada una de las caminatas más impresionantes de Europa.
Para una caminata menos vigorosa con vistas no menos espectaculares, prueba el sendero hacia la Cascata Agua D’Alto, que toma solo unos 10 minutos de ida y vuelta. A poca distancia en coche al norte de Santana, el inicio del sendero puede ser difícil de encontrar ya que las señales de tráfico están algo ocultas, pero la cascada y las pozas naturales repletas de flora y fauna verde al final valdrán la pena. Si simplemente quieres deleitarte con la serenidad de la naturaleza, entonces visita el Parque Forestal de Queimadas. Aunque los excursionistas pueden explorar los muchos senderos que parten de la zona (incluyendo la Levada do Caldeirão Verde), aquellos que buscan relajarse pueden disfrutar de un ligero refrigerio en las mesas de picnic, rodeados de fragantes flores y el canto de las aves que hacen su hogar en la vegetación.
Cómo llegar a Santana, Madeira, y dónde hospedarse
La mayoría de los vuelos a Funchal, la capital de Madeira, implican una conexión a través de Lisboa, por lo que podría valer la pena pasar algún tiempo haciendo turismo en la capital portuguesa primero para visitar algunos lugares emblemáticos como el Palacio da Pena, que presume de uno de los diseños más singulares de Europa. Luego, una vez que hayas llegado a Funchal, la forma más fácil de llegar a Santana es en coche, lo que toma aproximadamente 40 minutos de viaje. Si prefieres usar el transporte público, las líneas de autobús 56 o 103 pueden llevarte a Santana en unos 90 minutos.
Aunque Santana está relativamente cerca de Funchal, con tanto que ver en el pueblo, definitivamente considera pasar la noche para apreciar plenamente tu entorno. Muy recomendado es el Hotel Quinta Do Furão, un encantador resort que cuenta con una piscina al aire libre, un centro de bienestar con salas de spa y saunas, además de un fantástico restaurante que sirve deliciosa cocina local. Las habitaciones varían desde suites junior hasta una villa de dos dormitorios, todas elegantemente amuebladas e incluyendo balcones privados para espectaculares vistas a la montaña.
Una opción más íntima es la Casa da Tia Clementina, una acogedora casa de huéspedes decorada con muebles pintorescos y coloridos. Las mejores reseñas en Booking.com elogian el excelente desayuno, el ambiente acogedor y los amables anfitriones. Las cómodas habitaciones son perfectas para relajarse después de un día de turismo, pero también puedes disfrutar de un momento de tranquilidad desde la terraza y los jardines, o encontrar un rincón silencioso en la sala de estar o sala de juegos para huéspedes. No importa cuáles sean tus planes, prepárate para una aventura verdaderamente impresionante en este vibrante pueblo de Madeira.